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Museo Aeronautico
#21
Pobre infeliz...
"All warfare is based on deception. There is no place where espionage is not used. Offer the enemy bait to lure him."
 
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#22
(03-06-2021, 07:16 PM)parachute escribió: La imbecilidad puesta a pleno por el Fiscal  Perciballe ....

allanamiento en el Museo Aeronáutico : Buscando datos del "oscurantismo" ....

Se llevó el legajo del Cap Boiso Lanza....a ver de que lo acusa.

Big Grin Big Grin Big Grin
 
"Mas vale ser aguila un minuto que sapo la vida entera".
 
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#23
Dias atras se llevó a cabo la entrega al Museo Aeronáutico por parte de la Asociación de Amigos del Museo, de un ejemplar reconstruido de DH 82A "Tiger Moth" que perteneciera a la Aeronáutica Militar.
Fotos: Ratones de Hangar

[Imagen: Whats-App-Image-2022-08-21-at-11-25-45-AM.jpg]

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[Imagen: Whats-App-Image-2022-08-21-at-11-37-04-AM.jpg]

[Imagen: Whats-App-Image-2022-08-21-at-10-58-20-AM.jpg]
“Dulce et decorum est pro patria mori”
 
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#24
Excelente trabajo de reconstrucción que contó con el ingenio y trabajo de la Asociación de Amigos del Museo Aeronáutico, grupo de voluntarios que trabajan los fines de semana en el Museo para preservar el patrimonio histórico aeronáutico de nuestro país.
También se contó con el apoyo de individuos y grupos de entusiastas de DH Tiger Moth del Reino Unido y Nueva Zelandia que han colaborado con los planos originales del avión y piezas que no pudieron ser reconstruídas aquí, el Museo Aeronáutico de Chile también colaboró con la donación del carenado completo del motor, reconstruído en sus instalaciones.
Quienes quieran ver la reconstrucción completa de este avión y de otros que hoy se encuentran en el Museo Aeronáutico Coronel Jaime Meregalli, pueden entrar a http://www.ratonesdehangar.org/foro/viewforum.php?f=5 donde se publican los avances de sus trabajos, historias relacionadas con los mismos y otras en general.
¡Legionarios a luchar, legionarios a morir!
 
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#25
(09-04-2022, 10:32 PM)legionario escribió: Excelente trabajo de reconstrucción que contó con el ingenio y trabajo de la Asociación de Amigos del Museo Aeronáutico, grupo de voluntarios que trabajan los fines de semana en el Museo para preservar el patrimonio histórico aeronáutico de nuestro país.
También se contó con el apoyo de individuos y grupos de entusiastas de DH Tiger Moth del Reino Unido y Nueva Zelandia que han colaborado con los planos originales del avión y piezas que no pudieron ser reconstruídas aquí, el Museo Aeronáutico de Chile también colaboró con la donación del carenado completo del motor, reconstruído en sus instalaciones.
Quienes quieran ver la reconstrucción completa de este avión y de otros que hoy se encuentran en el Museo Aeronáutico Coronel Jaime Meregalli, pueden entrar a http://www.ratonesdehangar.org/foro/viewforum.php?f=5 donde se publican los avances de sus trabajos, historias relacionadas con los mismos y otras en general.

Muy bueno! Una gran incorporación. 

Cuando se incendió el museo, no había un Tiger Moth? Es este mismo o estoy mezclando cosas?
 
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#26
Segun veo en wikipedia en el museo hay aviones super interesante en proceso de restauracion sobre todo un ejemplar de lookhead C60 lodestar que parece que fue incautado de contrabando de tabaco como va la restauración de ese avión?
 
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#27
(09-05-2022, 02:10 AM)Supersonico escribió:
(09-04-2022, 10:32 PM)legionario escribió: Excelente trabajo de reconstrucción que contó con el ingenio y trabajo de la Asociación de Amigos del Museo Aeronáutico, grupo de voluntarios que trabajan los fines de semana en el Museo para preservar el patrimonio histórico aeronáutico de nuestro país.
También se contó con el apoyo de individuos y grupos de entusiastas de DH Tiger Moth del Reino Unido y Nueva Zelandia que han colaborado con los planos originales del avión y piezas que no pudieron ser reconstruídas aquí, el Museo Aeronáutico de Chile también colaboró con la donación del carenado completo del motor, reconstruído en sus instalaciones.
Quienes quieran ver la reconstrucción completa de este avión y de otros que hoy se encuentran en el Museo Aeronáutico Coronel Jaime Meregalli, pueden entrar a http://www.ratonesdehangar.org/foro/viewforum.php?f=5 donde se publican los avances de sus trabajos, historias relacionadas con los mismos y otras en general.

Muy bueno! Una gran incorporación. 

Cuando se incendió el museo, no había un Tiger Moth? Es este mismo o estoy mezclando cosas?

Es ese mismo, actualmente la restauración está terminada y el De Havilland Tiger Moth está en la sala con el resto de los aviones.
¡Legionarios a luchar, legionarios a morir!
 
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#28
(03-25-2023, 10:54 PM)ravenor escribió: Segun veo en wikipedia en el museo hay aviones super interesante en proceso de restauracion sobre todo un ejemplar de lookhead C60 lodestar que parece que fue incautado de contrabando de tabaco como va la restauración de ese avión?

Exacto, avión incautado, aun no han comenzado con la restauración, la Asociación de Amigos del Museo Aeronáutico acaban de entregar el Tiger Moth restaurado a la dirección del museo y han comenzado con la restauración de un AT 11, avión bi motor de entrenamiento de bombadeo
¡Legionarios a luchar, legionarios a morir!
 
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#29
que bien espero verlo pronto, tengo una curiosidad, el esquilo irá al museo?? y siempre me pareció ver los dos JETSTREAM, comprar rarísima por cierto, en una foto a la intemperie detrás de un hangar de la base aeronaval, no sería interesante incorporarlo al museo no creo que hayan muchos aviones de esa versión conservada además con la electrónica y demás dejarlo en exposición abierto para que puedan entrar dentro y verlo en su esplendor no se me parece una gran idea
 
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#30
Un enorme hangar en Carrasco que resume la historia de la aviación en Uruguay y el mundo
El Museo Aeronáutico, dedicado a la aviación civil, militar y naval, exhibe una colección única en el país. La historia de la conquista de los cielos.

[Imagen: ?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-produ...hb9591.JPG]
Andrés López Reilly[/url]

22/06/2025, 03:10


[Imagen: ?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-produ...egalli.bmp]
Museo Aeronáutico “Coronel (Aviador) Jaime Meregalli”.

El [url=https://museo.fau.mil.uy/]Museo Aeronáutico “Coronel (Aviador) Jaime Meregalli”
, ubicado junto al Aeropuerto Internacional de Carrasco, es un pilar fundamental para la preservación y difusión del patrimonio aeronáutico de Uruguay. Este espacio, dedicado a la historia de la aviación civil, militar y naval, así como a la exploración espacial, rinde homenaje a los pioneros de la aeronáutica y exhibe una colección única de aviones, helicópteros, motores, maquetas y objetos que narran la historia de la conquista de los cielos. Todo está en un enorme hangar en el que hay que extremar los cuidados: muchos recuerdan cuando, en 1997, un trágico incendio ocasionado por el recalentamiento de un reflector durante una nota de TV ocasionó la pérdida de valiosas piezas.
La génesis del museo se remonta a 1941, cuando el entonces teniente Jaime Meregalli, un apasionado de los aviones, comenzó a exhibir una modesta colección de objetos personales de pioneros de la aviación uruguaya en una vitrina en el Aeródromo Militar Capitán Juan Manuel Boiso Lanza. Meregalli, nacido el 10 de diciembre de 1911 en Montevideo, había ingresado a la Escuela Militar en 1929 y, tras egresar como alférez de infantería en 1937, se incorporó un año más tarde a la Escuela Militar de Aeronáutica en Pando, donde obtuvo su brevet de piloto aviador militar en 1939. Su interés por preservar la historia aeronáutica lo llevó a acumular documentos, fotografías y objetos relacionados con los inicios de la aviación en Uruguay, un país pequeño, pero con una rica tradición tanto en el campo militar como civil.

En 1949, tras regresar de una misión en Estados Unidos, Meregalli reconoció la necesidad de un espacio más amplio para su colección. Este anhelo se materializó el 27 de noviembre de 1952, cuando el Poder Ejecutivo creó una comisión especial para estudiar la fundación de un museo aeronáutico. Finalmente, el 18 de agosto de 1954, se estableció oficialmente el Museo Nacional de Aviación con Meregalli como su primer director. Ese mismo año, coincidiendo con el cincuentenario del vuelo del “14 Bis”, del pionero brasileño Alberto Santos Dumont, el museo abrió sus puertas, inicialmente en un espacio en la Avenida Uruguay esquina Yí.

El 17 de marzo de 1993, por la Ley N.º 16.344, el museo fue renombrado como “Coronel (Aviador) Jaime Meregalli”, en honor a su mentor, quien falleció el 14 de junio de 1982.
“Conservar el patrimonio y conocer los orígenes de la institución es clave para proyectarse hacia adelante”, señala a Domingo el coronel aviador Sebastián Langone, director del museo.
La sede actual, que implicó el traslado desde el antiguo Cilindro Municipal a un entorno más aeronáutico en el aeropuerto, ha permitido exhibir una mayor cantidad de aeronaves al aire libre y bajo techo, en un mismo hangar, mejorando significativamente su conservación. “El museo cuenta con salas dedicadas a la aviación militar y civil, e incluso exhibe aviones de la Armada Nacional”, anota el coronel aviador.
Aunque en algunas unidades de la Fuerza Aérea y en el propio Aeropuerto de Carrasco existen aviones antiguos en exhibición -como los empleados por Cesáreo Berisso en un raid histórico entre Buenos Aires y Mendoza a principios del siglo XX, que están en préstamo a la terminal-, el “Jaime Meregalli” es el único museo aeronáutico propiamente dicho del país.


[Imagen: ?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-produ...angone.bmp]
Coronel aviador Sebastián Langone.


No quedarse en el tiempo

Entre los desafíos que hoy enfrenta el museo, Langone destaca la conservación de piezas únicas, que requieren cuidados especializados para evitar su deterioro, y la necesidad de innovar para atraer a un público joven. Para ello, se han incorporado herramientas como simuladores de vuelo y códigos QR que permiten a los visitantes acceder a información adicional desde sus celulares, buscando que no solo vean las aeronaves, sino que comprendan el impacto de la aviación en la historia y en la vida cotidiana. La financiación es otro reto constante, ya que el museo depende de apoyos institucionales y donaciones para mantenerse operativo.
De cara al futuro, el museo planea expandirse con una nueva ala dedicada a la aviación espacial, un campo en crecimiento, y digitalizar su archivo histórico para hacerlo accesible a través de Internet. “Además, se busca fortalecer los programas educativos con talleres y charlas para escuelas, consolidando al museo como un puente entre el pasado y el futuro de la aviación”, comenta Langone.
La cabo Gabriela Machado es mediadora cultural (algo que va más allá del concepto de “guía”) del Museo Aeronáutico. “No es solo un espacio de la Fuerza Aérea, es el museo nacional de la aviación de Uruguay”, aclara Machado a Domingo, destacando la amplitud de su misión: preservar y difundir un patrimonio que refleja la identidad y los logros de una nación. Y hacerlo no como un “depósito de cosas viejas”, sino en un “ida y vuelta” con la sociedad.

[Imagen: ?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-produ...ltural.bmp]
Cabo Gabriela Machado, mediadora cultural.


Piezas únicas y con historia
Entre las piezas más destacadas del museo, Machado señala un avión Farman como algo que nadie debe pasar por alto. Este aparato, utilizado tanto en la aviación civil como militar, simboliza los albores de la aeronáutica en Uruguay. Conecta directamente con la figura de Ángel Salvador Adami, un periodista y pionero de la aviación que, en 1912, adquirió un Farman para fundar la primera escuela de aviación civil en Atlántida. Aunque esa iniciativa no prosperó a largo plazo, Adami no se desanimó y continuó promoviendo la aviación, influyendo en el desarrollo de la rama militar. Un año después, en 1913, la Fuerza Aérea estableció su primera Escuela de Aviación Militar en Los Cerrillos, Canelones, utilizando precisamente un Farman para entrenar a los primeros pilotos. “Este avión une los inicios de la aviación civil y militar, y su legado vive en el Aeropuerto Ángel Adami en Melilla”, explica la experta.
Otro tesoro de la muestra, según Machado, es el Grumman GS2, un avión naval de la Armada Nacional que el museo lo tiene en custodia. Este imponente modelo, diseñado para la lucha antisubmarina, destaca por su capacidad de plegar las alas, una característica que permitía optimizar el espacio en portaaviones. “Es un ejemplo perfecto de cómo el museo representa toda la aviación uruguaya, no solo la de la Fuerza Aérea. Une diferentes ramas y épocas, y su diseño es fascinante para los visitantes”, señala Machado. Su presencia resalta el compromiso del museo con la mediación cultural, mostrando cómo la aviación naval, civil y militar convergen en un relato común.
Otro aspecto del museo que Machado subraya es el legado de Meregalli, cuya pasión por volar y la preservación del patrimonio dio origen al museo. “Él entendió la importancia de conservar no solo aviones, sino la memoria de quienes hicieron posible la aviación. Su trabajo nos recuerda que el patrimonio no es solo objetos, es identidad, es resignificación”, reflexiona Machado, quien también es técnica en Recursos Humanos.
“El museo alberga una amplia variedad de piezas, desde helicópteros hasta aviones de gran envergadura, aunque todos están deshabilitados, ya que llegan aquí tras cumplir sus horas de vuelo o por desperfectos”, explica la mediadora cultural. Y agrega: “Además, incluye donaciones privadas y piezas en préstamo, como los aviones exhibidos en la terminal de Carrasco, que rinden homenaje a Berisso”.
“No hace falta ser piloto para amar la aviación. En este sitio, cada pieza cuenta una historia de esfuerzo, innovación y sueños que nos conectan como sociedad”, concluye Machado.


Los “Ratones de Hangar”
Un grupo de voluntarios conocido como los “Ratones de Hangar” trabaja incansablemente y desde hace años para preservar el legado de la aviación uruguaya. El coronel ® Álvaro Quirós, piloto de aviones y helicópteros y miembro de la Asociación Amigos del Museo Aeronáutico (AAMA), comparte la historia, las actividades y la pasión que mueven a esta organización, mientras reflexiona sobre su experiencia como piloto y los cambios en la aviación a lo largo de las décadas (ver recuadro).
La AAMA nació en 2003, cuando un grupo de entusiastas decidió colaborar con la institución. “Todo empezó con voluntarios que querían dedicar tiempo, y en algunos casos, recursos económicos para apoyar al museo”, explica Quirós a Domingo.
La chispa definitiva vino de Gary Kuhn, un estadounidense de Minnesota que, inspirado por asociaciones similares en su país, propuso formalizar el grupo. Actualmente, la asociación cuenta con unos 32 miembros, de los cuales 15 son activos, reuniéndose principalmente los sábados para realizar proyectos. “Somos un grupo diverso: médicos, abogados, carpinteros, pintores, civiles en su mayoría, con solo dos o tres militares retirados como yo. Los civiles, muchas veces, tienen más entusiasmo que nosotros, que vivimos la aviación desde dentro”, admite Quirós con admiración.
Este grupo de personas ha podido recuperar valiosas aeronaves históricas, básicamente “a pulmón”, incluso consiguiendo repuestos en los más recónditos rincones del mundo.
No solo la AAMA colabora con el Museo Aeronáutico. También lo hace la ONG Memorias de Pluna, un grupo de amantes de la aviación que trabaja de forma voluntaria en la recopilación, conservación y difusión de la historia de la desaparecida aerolínea uruguaya. Otros grupos que acompañan al museo son Aficionados a la Astronáutica (desde 2021) y la Asociación de Cohetería Experimental y Modelista del Uruguay.
Las actividades de la Asociación de Amigos del Museo incluyen, además de la restauración de aeronaves, la construcción de simuladores de vuelo y la organización de eventos para difundir el patrimonio aeronáutico. También, como no, juntarse para comer asados.
Uno de los proyectos más emblemáticos fue la restauración del Tiger Moth, que implicó una tarea colosal. “Fue un desafío enorme, pero verlo terminado es una satisfacción inmensa”, destaca Quirós. Los voluntarios, muchos de ellos jubilados, aportan sus habilidades y tiempo con un objetivo común: mantener viva la historia de la aviación para las futuras generaciones. “Algunos miembros han fallecido, otros se han ido, pero el espíritu sigue. Estamos aquí porque creemos en la importancia de este museo como parte de nuestra identidad”, subraya.
[Imagen: ?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-produ...quiros.bmp]
Coronel ® Álvaro Quirós, miembro de la Asociación Amigos del Museo Aeronáutico (AAMA).


Civiles y militares unidos
Hugo Lores es exempleado de la Terminal de Cargas del Aeropuerto Internacional de Carrasco y miembro de la AAMA. Su amor por los aviones, nacido en la adolescencia, lo llevó a involucrarse en el museo.
“Desde el liceo, supe que quería dedicarme a algo relacionado con los aviones. Intenté entrar a la Escuela Militar, pero un problema de vista me lo impidió. Aun así, mi cariño por la aviación nunca se apagó”, relata a Domingo. Ese entusiasmo lo llevó a descubrir la Asociación de Amigos cuando el museo aún estaba en su antigua ubicación. “Empecé a ir los sábados, aunque trabajaba en la terminal. Cuando se mudó al aeropuerto, fue más fácil: salía del trabajo y venía directo. Lo hago con cariño, como todos los que estamos aquí”, asegura.
Como miembro de la AAMA, Lores ha participado activamente en proyectos de restauración, como el del avión Tiger Moth de 1935, que tomó casi dos décadas completar. Aunque no tenía experiencia técnica previa, aprendió sobre la marcha junto a otros voluntarios.
“Aquí aprendí a entelar aviones, a usar cemento especial, a tensar telas con calor, como se hace con los tambores durante las Llamadas. También a pintar o simplemente a mantener el lugar limpio y ordenado. Es un trabajo en equipo donde todos aportamos, y los aerotécnicos nos enseñan sus conocimientos”, explica. Este aprendizaje continuo ha sido, para Lores, una forma de “despuntar el vicio” que lleva consigo desde joven.
Lores destaca el valor de esta pequeña comunidad de fanáticos de las aeronaves. “Al principio, comíamos refuerzos rápido para seguir trabajando. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que la relación entre nosotros era igual de importante. Ahora compartimos un asado, charlamos, planeamos proyectos. La mitad de esto es la amistad que surge de tener un fin común: la aviación”, afirma.
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Hugo Lores, miembro de la AAMA.

El Museo Aeronáutico “Coronel (Aviador) Jaime Meregalli” recibe entre 100 y 200 personas por día en invierno y entre 200 y 400 en verano. Durante el fin de semana del Día del Patrimonio, lo visitan unas 5.000 cada día. Está abierto al público en general los domingos de 13 a 17. Y entre semana acoge a grupos diversos (en general, escuelas), siendo necesario en este caso agendar previamente la visita.

La experiencia de volar antes y hacerlo ahora
El teniente coronel aviador Williams Feijó describe su experiencia de volar como una mezcla de libertad y responsabilidad. “Desde mi primer vuelo, sentí que dentro del avión estaba protegido, como si tuviera un piso sólido. Pero ser piloto de transporte implica una responsabilidad enorme: no solo está mi vida, sino la de la tripulación y los pasajeros”, relata a Domingo.
A diferencia de los aviones antiguos, los modernos cuentan con tecnología avanzada, como pilotos automáticos y alarmas que alertan sobre errores o fallos. “Hoy, el piloto automático vuela mejor que el hombre en muchos casos, mientras que los simuladores nos permiten entrenar emergencias sin riesgos”, explica y dice que nunca sintió miedo al volar. “Es mi vocación; si mis hijos quisieran ser pilotos, los apoyaría”, asegura. Feijó imagina que, de haber vivido en 1916, se habría animado a pilotear con gusto un avión de madera y tela como el Farman. “Habría sido increíble experimentar esas sensaciones, sentir cómo volaban en esa época. La aviación siempre ha sido sobre superar límites”, afirma quien hoy es subdirector del Museo Aeronáutico.
También Álvaro Quirós ofrece una perspectiva sobre la evolución de la aviación. Habiendo pilotado aviones desde la década de 1940 hasta la de 1980, recuerda una época en la que volar dependía más de la pericia manual que de la tecnología. “Antes, todo era ‘relojitos’, no ‘botoncitos’. Había que estar atento a cada detalle”, cuenta. La seguridad siempre fue prioridad, asegura, pero los métodos han cambiado. “En mis tiempos, las emergencias se practicaban manualmente, con teoría y práctica. Hoy, todo se hace en simuladores”, remata.
[Imagen: ?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-produ...-feijo.bmp]
Teniente coronel aviador Williams Feijó.



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